En realidad no tengo nada contra los perros, me caen en gracia. Pero el objetivo de esta entrada es incluir a alguien en este blog que no se había ganado su espacio ni mención.
Esa persona se llama Elena Magaña Alamán, nieta del mismísimo Jimmy el Apolo. Obviamente, nunca vi a dicho personaje luchar, pero me enteré que luchó contra el Santo. Digo, eso está más que increíble ya que el Santo es toda una leyenda en el imaginario cultural popular mexicano y conocer a alguien que está relacionado con dicha leyenda pues tiene su charm. En efecto, también Jimmy el Apolo merece mención porque estaba contra los deseos de su familia que fuera luchador, pero las pasiones pueden más que la sangre. Sigo en el proceso de enterarme más de este personaje y cuando lo haga, tendrá su propia entrada.
Esta entrada es de su antes mencionada nieta.
Pues en efecto, al parecer, y eso dicen las malas lenguas, la señorita Magaña Alamán es de una alcurnia muy elevada o algo por el estilo, ya que ni siquiera nos encontramos en el mismo nivel del mundo, pero por azares del destino y coincidencias de la vida, terminamos platicando en una fatídica mañana de Noviembre a través de un sitio de internet. Yo, como siempre, añadiendo mi comentario en sentido bromista a un comentario de alguien más, ella clavada en la textura peleando conmigo. Claro, ella no sabía en la que se metía al ponerse así de violenta, pero al final las cosas terminaron bien y platicamos bastante ese día. Era el principio de una bonita amistad.
O eso creía yo.
Resulta que la susodicha es bastante caprichosita y le gusta que la consientan. Y yo rápido y presuroso le di gusto, pero cada que no le daba gusto, me hacía berrinche y ahí tenía que andarla contentando. De entrada, no me deja decirle Elena, quiere que le diga por apodos tetos pero lindos, cosa que sí hago, por increíble que me parezca. Es tanta mi tolerancia que hasta me deja plantado y le sigo hablando. La última que me ha aplicado fue decirme que no disfruta mi manera de ser un guarro muy divertido, entonces elevé la conversación y me convertí en un intelectual insoportable, parecía caerle bien el intelectual hasta que me metí con los perros, entonces me bloqueó de msn por tocarle a sus amores.
Debo comentar que una de las pasiones de esta muchachita son los caninos. Siente un amor que raya en lo obsesivo por los perros. Tiene 5 o 6, los más famosos son Diego y Greko, conocidos entre el populo como el güero y el negro, dignos de la canción de Michael Jackson. Pues resulta que Greko, llamado así por el pintor renacentista tardío, es un poco como Elena: mimado a más no poder. Mimado por ella obviamente. En cambio, Diego es un callejero que se ganó la lotería después de vérselas negras en la vida. Por lo tanto, Diego es el macho alfa y dice qué se hace en esa casa.
Sé que esto de los perros suena como a una metáfora en la cual ella es el Greko y yo soy el Diego, pero no, son bien reales ese par. Tengo que aceptar que toca mi lado tierno su amor por los perros, cuando habla de ellos hasta se pone de buen humor y me parece bastante chido que haya salvado a Diego de un refugio animal y se lo haya llevado a su casa para cuidarlo, mimarlo y seguro echarlo a perder y volverlo un súper mandil.
Pero bueno, todo esto iba a que hablé mal de los perros en broma y esta señorita se me sulfuró y me bloqueó quesque para enseñarme una lección, pero hace esas cosas para que yo me ponga de rogón seguramente, y como no soy rogón, pues siempre le sale mal la táctica. Gracias a que me bloqueó tan repentinamente, me ardí (raro en mi, yo lo sé) y decidí ya no decirle por sus apodos tiernos que intercalaba (porque son dos, entonces se los decía indistintamente). Y ahora ella está enojada conmigo porque le digo Elena, y se va a enojar más cuando lea esto y vea que menciono su nombre varias veces en vez de apodos.
Uno de los apodos es preciosa; no tiene mucho chiste ni mucho misterio o historia detrás, es bastante directo. Pero el otro fue cosa de casualidad absoluta, como cuando te encuentras dinero tirado en el piso sin querer. No recuerdo de que hablábamos y ella empezó a hacerme berrinche, como pasa seguido, y como respuesta en broma le dije que se calmara, pero añadí el sustantivo “nena” al final y bueno, basta decir que gritó de emoción y hasta bailó un poquito de la felicidad.
Al parecer, el antes mencionado Jimmy el Apolo, Agustín para los cuates que no sabían que era luchador, le decía nena a Elena y escucharme decirlo la puso de muy buen humor y el aprecio que me tiene creció exponencialmente, de ser eso posible porque yo soy como el helado del mes, excepto que cada mes cambio a un sabor nuevo entonces nunca paso de moda. Pero por su berrinche, y dado que para berrinches me pinto solo, la tengo castigada y le digo E o Elena, cosa que al parecer la arde y exige ser llamada preciosa o nena, y claro, no le cumplo el berrinche porque si lo hago, sabe que puede pedir lo que quiera.
Aunque me gustaría quejarme más de esta personita, la verdad no puedo, me cae bien y me divierto mucho platicando con ella, aunque al parecer lo nuestro es una telenovela al revés: ella es la niña rica y de familia pudiente, yo soy el jodido y roto que anda a pata, entonces en este mundo sin sentido, acabamos siendo amigos, aunque las fotos de mi peda más reciente parecen haberla dejado como que con un poquito menos de cariño del que ya me tiene, pero como ya le dije, o me acepta como soy o nanay.
Y aunque lo niegue, la telenovela al revés le fascina.
3 comentarios:
Qué bonita entrada!! Oiga, don Manuelito, y ya la va a conocer personalmente o el auditorio se quedará en suspenso? Y, algo más? Y si lee esto?
Oiga, Don Manuelito, por favor denos mas capitulos. Ustes sabe que las telenovelas - aunque sean al reves- son como una droga, que nos piden cada dia mas...
Por el momento los capitulos estan en standby. Digamos que hay una huelga de guinostas como la de gringolandia el año pasado, además falta la inspiración y sobra la desidia. Pero veremos, veremos querido RP
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