Este blog empezó a quién sabe cuántos kilómetros de altura en una hojita de papel en el avión a Victoria.
Después de varios años de ausencia, regreso acá a pasar la navidad en familia con mi abuela. Seguro va a estar medio deprimente porque Chenta, su mejor amiga, está casi desahuciada y mi abue anda muy deprimida y sacada de onda por eso. Pero ojalá mi visita la alegre. Además, me falta ver a muchos amigos que no he visto en 4 años o más. Va a ser interesante.
Las cosas acá están bien, Chenta no está tan mal como todos dicen, mi abue anda de buen humor y mis cuates como siempre. Es como si no hubieran pasado tantos años, excepto que varios ya están casados y tienen hijos. Es raro ver a tantos de ellos y de ellas como papás. Todos son más grandes que yo, entonces no siento como que los años me están alcanzando, sólo es raro ver a tantas personas que hace unos años andaban en la peda y en el desmadre ahora con hijos e hijas actuando como papás.
La navidad es bien difícil a veces, como que quieres estar con muchas personas al mismo tiempo y no puedes. Por un lado está tu familia y sabes que es una época familiar, pero por otro están los amigos y demás y quieres verlos, pero ellos también están con la familia. Y luego hay más personas a las que quieres ver y así, nunca alcanza el tiempo y terminas haciendo nada más una llamada.
Que en mi caso esta vez fueron como 12 y como 40 mensajes. Quemé todo mi crédito en una noche. Llegué a la cena navideña con la familia Campos después de haber estado con mi abuelita y estaban en un mini servicio religioso que hacen siempre, entonces aproveché para llamar a Elisa y me platicó sobre el idiota que regresó a su vida intempestivamente y sus planes para sacarlo a patadas de ella, así como sus planes navideños y sus planes de cumpleaños. Después llamé a mi tía, a mi primo que anda en México, al correcto, al chino y Marcela, al Thokk y al final a Elena, entonces empecé con el pastel y al final le puse la cereza.
Después obviamente me metí un atasque navideño brutal hasta que ya no podía comer más y estaba a punto de la diabetes con los postres. Luego ya me fui a casa de mi amigo Benito y estuvimos chupando tranquilos.
Al final regresé al DF pronto y fui al cumpleaños de Elisa, a quien por fin se le hizo tenerme en la ciudad para uno de sus cumpleaños y estuvo bastante bien, no me había dado cuenta de que la extrañaba tanto hasta que ya no la tengo aquí en la ciudad para verla cuando nos ponemos de acuerdo, que antes era mínimo una vez por semana. Y bueno, Elena también fue a la fiesta, porque ahora al parecer ella y Elisa son best friends o algo por el estilo, pero eso es material para otra entrada, porque todavía me falta el capítulo de la telenovela de cuando nos conocimos y su continuación. Pero falta escribirlo.
1 comentario:
Yo también lo extraño mucho. Gracias por regresar pa mi cumple!!!!
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